Una educación humanística y científica…. ¿Por qué?
¿Acaso no es suficiente con las “asignaturas” que toda la vida se ha impartido desde las escuelas?
No! No es suficiente. Para nosotros la educación DEBE ser humanística y científica, ambas dos, inclusive o si no, no es educación en absoluto. Eso lo sabemos desde hace muchos años. Y se han hecho intentos. Pero, gracias a las “bondades” del petróleo, nuestro país ha ido dejando a un lado, poco a poco, y de manera constante, tan importante concepción.
¿Por qué tenemos tantos jóvenes que desconocen todo o casi todo de lo que debe conocer un “ciudadano”? Que “no respetan”, que no saben comportarse en un entorno social diferente al grupo social o etario al cual pertenecen, que no conocen ni practican la compasión, ni la solidaridad. Que no practican, ni muestran eso que llamamos “educación” y la tolerancia en el trato con las otras personas. Que ven como única vía para sus vidas, el tratar de resolverse el día a día por cualquier vía menos complicada pero que al fin y al cabo sea “rentable”, lo que vulgarmente llamamos “bachaqueo”. Y que, en última instancia emigrar a cualquier otro país para obtener “a cómo de lugar” monedas, divisas que les faciliten una “visa para un sueño” como aquella vieja canción. Que si les haces una sencilla pregunta como ¿dónde crees que proviene la comida que llega a tu casa? responden… “que del supermercado”!! Que carecen de las mínimas habilidades para expresarse correctamente por escrito, que la historia y los deberes de los ciudadanos es “paja” porque eso no lo “ven” en los medios masivos de programación mental que hoy día lo invaden todo. Que no pueden hacer ninguna explicación de casi cualquier fenómeno cotidiano o de la naturaleza. Que no pueden sostener una conversación durante muchos minutos si no comparan sus frases o las de sus interlocutores con personajes ficticios de películas, comics, dibujos animados y/o juegos electrónicos que los medios masivos de programación mental les inoculan cada minuto.
Urge una discusión sobre la importancia de una educación humanística y científica y la forma y maneras de involucrar a los jóvenes en ella.
La educación humanística porque lo que se espera de cualquiera que viva en esta Patria es formar parte de este hermoso proceso de cambios profundos que se están llevado a cabo y que fue avalado por la mayoría del pueblo que reconoce el legado de nuestros ancestros fundadores de la Patria, lo libertadores con el gran Simón Bolívar al mando. Rescatar y poner por encima los valores de humanidad, solidaridad, participación, justicia, honestidad, trabajo.
La educación científica para que todas y todos tengamos no solo la información (que hoy día se dispone con extrema facilidad a través del Internet), sino y más importante, las herramientas metodológicas y la disciplina del pensamiento para la elaboración del conocimiento pertinente por la propia persona a partir de la sobre-saturación de información disponible en las “redes” digitales. Solo el quehacer y el espíritu que exigen la práctica científica conllevan a tener ciudadanos “mejor informados”, que van más allá, es decir, ciudadanos que también pueden recrear, elaborar, determinar, diferenciar, evaluar y decidir con su propio criterio lo que leen, observan, reciben, aprenden y conocen de la realidad, del mundo.En fin… ciudadanos para la Patria liberada de atavismos, de ignorancia, de egoísmos, de prejuicios, de supuestos despreciativos sobre el país, las más de las veces son refritos de noticias fabricadas desde las “metrópolis civilizadas” y luego importadas y difundidas sin ninguna reflexión.
De modo que todos estos temas son también punto de partida para los debates sobre la educación. Es también el tema de responderse a la pregunta, “¿cuál es la educación que queremos o necesaria para el futuro inmediato de nuestro Patria?”
Todo hay que revisar y cuestionar. Desde la manera y la forma en la cual se recorre el “curriculo” escolar, los conceptos de aula de clases, del período escolar, la conformación de los grupos de estudiantes (la clase), el tratamiento del desempeño de los estudiantes individual y colectivamente considerados, etc.